Se dicta la primera Sentencia sobre el derecho a morir en Corea del Sur

La sentencia de un tribunal surcoreano a favor del derecho a morir de una mujer de 75 años que se encuentra en estado vegetativo constituye el primer caso de eutanasia en Corea del Sur y se suma a la lista de una media docena de países que ya permiten o toleran esta práctica.

Un tribunal civil surcoreano ha aceptado la demanda presentada por los hijos de la mujer, apellidada Kim, para que se desconecte el aparato de respiración artificial de su madre, en coma desde febrero pasado y sin posibilidad de recuperación, en un caso de "eutanasia pasiva".

La sentencia judicial ha generado en Corea del Sur, un país de mayoría budista y numerosa población cristiana, una polémica a favor y en contra, al igual que ha sucedido en otros países cuando ha surgido el debate sobre la eutanasia como una muerte digna.

En Corea del Sur no existe una ley que reconozca la eutanasia, pasiva o activa, y este fallo judicial es el primero a favor de derecho a morir de un paciente en estado terminal. Y aunque el tribunal ha dejado claro que esta sentencia supone un caso aislado, y no una aprobación de la eutanasia en general, expresa a la vez su deseo de que sirva de punto de partida para que se inicie un debate sobre la muerte digna y se establezca una ley al respecto.

Par su sentencia, el tribunal alegó dos aspectos: la anciana no puede recuperar su conciencia ni sobrevivir sin la ayuda de un aparato, por lo que el actual tratamiento médico no podría nunca facilitar su recuperación.

Además, consideró que la señora Kim había manifestado su voluntad de morir dignamente en lugar de estar atada a un respirador, por lo que todo induce a pensar que "habría expresado su preferencia" por morir a seguir en la situación actual.
La situación en otros países
La eutanasia activa mediante el uso de drogas u otros métodos letales es legal en Holanda y en Bélgica, mientras que otros países autorizan fórmulas como el suicidio asistido -Suiza y el estado de Oregón (EEUU)- o la eutanasia pasiva.

El estado estadounidense de Oregón fue el primer lugar del mundo donde se legalizó en 1994 con una ley, que entró en vigor en 1997 y que autoriza a los médicos a prescribir drogas letales a pacientes en fase terminal con seis meses de esperanza de vida que lo solicitaran. Desde que entró en vigor ha sido usada por 200 enfermos terminales.

Sin embargo, el primer país del mundo en legalizar la eutanasia activa propiamente dicha fue Holanda en 2001, aunque era 'tolerada' desde 1984. El ejemplo de Holanda fue seguido posteriormente por Bélgica que en 2002 despenalizó la eutanasia para adultos bajo estrictas condiciones. Una ley similar fue aprobada en el Parlamento de Luxemburgo en 2008.

Actualmente, el suicidio asistido está permitido en Suiza donde incluso hay una asociación, 'Dignitas', que se dedica a ayudar a morir, lo que ha propiciado los viajes para morir allí de ciudadanos de otros países que no autorizan esta práctica.

En Japón fue autorizado por la Corte Suprema en 1995, aunque sólo bajo determinadas condiciones. En Colombia fue reconocido en 1997 por la Corte Constitucional como un derecho para enfermos terminales.

En Francia la polémica resurgió en 2003 a raíz de la historia del joven tetrapléjico Vincent Humbert al que su madre ayudó a morir. Este caso contribuyó a que el Parlamento galo aprobara en 2005 una ley que reconoce el derecho a "dejar morir", aunque no autoriza la eutanasia activa, algo que este mismo año demandó la paciente Chantal Sèbire.

En el Reino Unido se presentó en 2006 un proyecto de ley que trataba de legalizar la eutanasia voluntaria pero fue bloqueado en la Cámara de los Lores. En los últimos años, también se han presentado propuestas similares en California (EEUU) y México.

Las voces más críticas contra la eutanasia proceden del Vaticano, que considera moralmente inaceptable la provocación directa e indirecta de la muerte de una persona y equipara la eutanasia activa a una forma de asesinato.