Posible discriminación en la legislación publicitaria televisiva

Giuseppe Tringali, consejero delegado de Publicidad de Telecinco, ha calificado de "discriminatoria" la ley que controla la publicidad en las televisiones, un control al que no se somete ni a los periódicos ni a las páginas web.Tringali ha realizado esta afirmación en el Foro de la Nueva Comunicación, organizado por Nueva Economía Fórum. "No tiene sentido que exista una ley que nos diga cuándo podemos cortar un programa o cuántos segundos de publicidad podemos emitir", ha añadido.

"¿Es correcto que un periódico ponga tantas páginas de publicidad como desee?, ¿es correcto que una página web ponga tantos banner como desee? Mi respuesta es sí. Sí que lo es, y por ello pienso que una ley que impide esta misma libertad solamente a la televisión es un ley discriminatoria", ha señalado Tringali.

El máximo responsable de publicidad de la cadena de Mediaset ha cargado contra los dirigentes políticos: "Los gobiernos democráticos deben fomentar la libertad. Si por poner demasiada publicidad una televisión pierde audiencia y eficacia, debería ser un problema suyo, no del Estado. En definitiva, ya existe una ley, que es la ley del mercado, y creo que no es necesaria una intervención ulterior por parte de los gobiernos".

"Es perfectamente admisible que exista una ley para regular los contenidos publicitarios", ha remarcado, "para hacer que sean respetuosos con la ética y la legalidad vigente. Lo que no tiene sentido es que exista una ley que nos diga cuando podemos cortar un programa o cuantos segundos de publicidad podemos emitir".

Durante su charla, también ha acusado a las televisiones públicas de ser "un competidor en el mercado que no sigue las mismas reglas de los demás".

"La televisión del Estado se nutre de la subvención del mismo pero, al mismo tiempo, compite como comprador de derechos de contenidos, hace subir el precio de los mismos y gasta en contenidos de entretenimiento lo que debería gastar en los de servicio público", ha denunciado.

Aunque lo más grave a su juicio es que la televisión pública compita como vendedor de publicidad "arrastrando con sus bajos precios, todos los medios publicitarios".

"El dinero que la televisión y los medios del Estado detraen del mercado impide que otros medios privados puedan crecer y desarrollarse multiplicando la diversidad y la sana competitividad de mercado que empuja a las eficiencias y a las mejoras", ha concluído Tringali.