La era digital compromete la existencia de la televisión pública

Hoy en día todo tiene precio. En una época en que hasta el agua tiende a la privatización... ¿Se puede hablar de futuro para la televisión pública? Hablar se puede, y mucho. De hecho, ése ha sido el tema central de la primera jornada del Tercer Foro de Tendencias Televisivas, celebrado en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. Llegar a un acuerdo... Opiniones hay para todos los gustos, tantas como conceptos posibles. Y un reto en el horizonte: la era digital.En ese debate permanente en el que la televisión pública se ha situado en Europa, Francia ocupa un lugar prominente. Y polémico. En una mesa reunida bajo la idea "El futuro de la televisión como servicio público", el cortocircuito lo provoca el país galo, que vive una situación apocalíptica: tras años de defender la televisión pública, ahora "ni siquiera mantiene la necesidad de un servicio público".

Pero hablar de servicio público es complejo. ¿Qué significa servicio público? ¿Qué es y qué no es? Las dificultades aparecen ya en la denominación, sinónimo de que el camino a recorrer no es sencillo. Para Ignasi Guardans, representante de la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo, en primer lugar, "habría que separar el concepto del futuro de la televisión y el futuro de los servicios públicos".

El eurodiputado catalán considera que para que la televisión pública siga existiendo como tal, las cadenas tendrían que aportar una mayor oferta. "Con la llegada de la tecnología digital, quien quiera beneficiarse de recursos públicos debería ofrecer un servicio público audiovisual en la televisión, internet y los teléfonos móviles".

En el caso de España, el director de asuntos de Presidencia y Corporación de RTVE, Jesús María Santos, indicó que en nuestro país, "el valor de lo público ha decaído" y que el hecho de "poner en duda la necesidad de una televisión pública ya es un problema" porque su existencia es "un criterio editorial".

Para explicar la importancia de la televisión, Santos remite a la Historia. "Es el ágora griega pero con un elemento nuevo: la participación". Respecto al carácter público, el directivo de RTVE explica que la existencia de una plaza pública es definitorio de una sociedad democrática. Y un servicio público "es necesario y legítimo para la sociedad en la que vivimos". Respecto al futuro de la televisión pública española, Santos lo tiene claro: "para que sobreviva, tiene que ser eficiente".

Reino Unido, por su parte, apuesta por la televisión a la carta. Michael Mc Laren, como representante de la BBC, ofreció la versión más optimista y explicó que la nueva metodología de su cadena es "centrarse en las peticiones de los espectadores". Aunque no todo es tan sencillo. "Hay que educar al público en las nuevas tecnologías", aseguró. Dentro de los tres objetivos fundamentales de la cadena británica: "educar, formar y entrener", la BBC aspira a "construir la Gran Bretaña digital con una multiplataforma".

Otro de los ingredientes claves de la cadena es la neutralidad. "Ofrecemos un servicio de noticias imparciales las 24 horas del día y, cada semana, llegamos al 80% de la audiencia", explico el ponente británico.

La versión italiana llegó de la mano de Pier Luigi Malesani, director de Relaciones Institucionales de la RAI, quien explicó que, en su país, "la gran batalla surgió en definir qué es el servicio público". El gran problema al que se enfrenta Italia es "la etapa de transición hacia la tecnología digital" y "pasar de una programación lineal a una versión multimedia". Malesani comparó esta dificultad con la que supuso pasar de la televisión en blanco y negro al color.
La sitación en Latinoamérica
La radiografía de la televisión pública en América del Sur corrió a cargo de los representantes de Brasil y Colombia. La televisión brasileña nació con un espíritu de negocio privado, pero en estos momentos goza de un nuevo replanteamiento con el nacimiento de TV Brasil. El director de programación, Leopoldo Nunes, explicó que, gracias a la creación de la 'Carta de Brasil', se creó la primera televisión pública.

Pero la situación no es fácil para un país que posee la mitad de la población de toda América del Sur y ocupa la mitad de su territorio. "Existen 180 lenguas indígenas y sólo un tercio de los periódicos llega a la población mientras que un 90% consume televisión". Este aparato tiene gran demanda en Brasil. "Es el electrodoméstico más vendido", explica Nunes. "Incluso más que la nevera o la cocina".

"Hay que tratar al espectador como ciudadano, no como consumidor". Por ello, TV Brasil, que ya posee cuatro canales propios, ha fijado la fecha de 2016 para dar el cambio completo a digital y sobrevivir. "Gracias a la independencia económica que genera la publicidad", explica Nunes.

Al contrario que en Brasil, en Colombia la televisión ya nació pública. Pero no todo es tan bonito como parece, según explica Fernando Álvarez, el representante de la Comisión Nacional de televisión en Colombia. "Como todo, tiene lo bueno, lo feo y lo malo", ironiza. "Una de las cosas buenas es que existe".

Lo feo es que la televisión pública se encuentra financiada por la pivada, generando las quejas de éstas. Y lo malo llega con el abuso de poder. Álvarez cita el narcotráfico como el principal motivo de que exista corrupción televisiva. "Es como si aquí el hijo de Felipe González o de Fraga tuvieran cada uno un noticiario", explica.