Duelo judicial entre las televisiones norteamericanas y la FCC

I'm fucking Ben Afleck (Me estoy tirando a Ben Afleck) es una canción interpretada por el polémico cómico Jimmy Kimmel y el propio actor Ben Afleck en la que la palabra 'fuck' (joder) es una de cada cuatro palabras. La gracia está en que, por imperativo legal, cada vez que se emite por televisión los 'fuck' son sustituidos por pitidos lo que la convierte en una hilarante concatenación de bip-bip-bip. El Tribunal Supremo de EEUU decidirá ahora sobre si las cadenas deberán ser multadas por el uso accidental de palabras "ofensivas" en las televisiones y radios por parte de los invitados o presentadores.

Desde que Janet Jackston mostró un pecho durante la Superbowl en 2004, los programas en directo se emiten con cinco segundos de retraso para que los censores tengan tiempo de poner el pitido sobre la palabra maldita o evitar que se vea, como entonces, un pezón al descubierto por un "error de vestuario".

La Federal Communications Commission (FCC) y las televisiones norteamericanas mantienen una disputa que ahora dirimirá el TS. Será la primera vez en tres décadas que el Tribunal Supremo revise las normas que regulan el uso de lenguaje "indecente" en los medios de audiovisuales. En 1978, la máxima autoridad judicial estadounidense decidió, tras un programa de radio en el que un cómico recitó a propósito las llamadas "siete palabras sucias" (mierda, pis, joder, coño, gilipollas, cabrón y tetas), que pronunciarlas en antena constituía un acto de indecencia, aunque no de obscenidad. Además daba plenos poderes a la FCC para multar a los medios que las dejaran pronunciar en horarios diurnos (cuando los niños ven la televisión).

Desde entonces, el organismo federal ha impuesto multas aquí y allá, pero no había sido especialmente implacable hasta que la Administración de Bush decidió en 2003 endurecer la normativa. Su decisión de multar a las televisiones por el uso de esas palabras fue fruto de las protestas generadas por tres programas de televisión en los que los invitados dijeron fucking (se puede traducir, según el contexto, como joder, jodido o de puta madre) varias veces al recibir o presentar premios. Ocurrió durante la emisión de los Globos de Oro de 2003 y durante la de los Billboard Music Awards de 2002 y 2003. En la primera fue Bono quien escandalizó a los oyentes al recoger el premio a la mejor canción, y en la segunda fueron Cher y Paris Hilton, respectivamente.

A partir de ese momento, la FCC comenzó a multar por el uso de esas palabras, pese a que se pronunciaran de forma espontánea y los medios no tuvieran forma de controlarlas. Un conglomerado de medios presentó una demanda contra la FCC. Ganaron en 2007, pero en la fase de apelación el Supremo ha optado por escuchar a la FCC, lo que llevará también a un fuerte debate sobre la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de expresión.

En la actualidad, cada vez que alguien pronuncia alguna de las "siete palabras sucias" un pitido suena sobre ellas. Y ante la posibilidad de ser multadas por la FCC, no importa la hora de emisión: los tacos no se escuchan en las televisiones estadounidenses ni siquiera de madrugada.